La protección contra incendios es un factor determinante a la hora de garantizar una vida tranquila en nuestra sociedad. Los espacios en los que hacemos vida activa contienen muchos elementos que facilitan nuestra interacción, poder realizar nuestro trabajo, compartir con familiares y amigos, es lógico que se deban sumar esfuerzos para proteger las cosas y preciados de algo tan destructivo como un incendio. Por esto, los sistemas contra incendios constituyen la regla general para evitar posibles tragedias.
Estos sistemas son una amalgama entre equipamiento de seguridad y un conjunto de normativas estandarizadas, cuyo objetivo principal siempre será la prevención de incendios, complementado con protocolos para el control y extinción de fuegos en caso de presentarse la contingencia. El equipamiento de control y prevención, reúne una tecnología en métodos ignífugos avalada por extensos estudios científicos y de ingeniería.
La implementación de estos sistemas cerca de componentes eléctricos, equipos que emitan altas temperaturas y químicos u otros materiales inflamables, es primordial para generar ambientes seguros donde las personas puedan desempeñar sus labores de manera eficiente sin la preocupación añadida de riesgos potenciales a la salud o a la integridad de los bienes de valor.
¿Cuáles son los sistemas de protección contra incendios?
Para la protección contra incendios se utilizan ciertos dispositivos que se instalan en puntos estratégicos de un edificio. Puntos que deben prefijarse con ayuda de peritos profesionales que evalúen las condiciones del establecimiento, determinen los factores de riego y los lugares vulnerables al fuego y elaboren un plan de seguridad que establezca el protocolo de prevención y protección contra incendios.
De manera general, se habla de una protección contra incendios activa y pasiva, cada una con sus características particulares de normativa y equipos determinados:
Se refiere a los medios que funcionan permanentemente y que apuntan a la prevención y control de incendios mediante acciones directas. Dentro de este tipo de protección se incluyen los equipos más utilizados como detectores de incendios, extintores y sistemas hidráulicos fijos, sumados a rutas de escape y otros protocolos.
Son los medios que no actúan directamente sobre el fuego ni poseen algún mecanismo de activación. Son de acción latente y principalmente retardativa y se utilizan en cierto tipo de estructuras para evitar su degradación por fuego. Incluyen materiales aislantes, barreras y sellos cortafuegos, pinturas ignífugas y espumas retardantes.
Dada esta clasificación, pasaremos a dar una explicación un poco más detallada de los sistemas para el control de fuegos más utilizados.